sábado, 7 de junio de 2008

Recortes: Asalto al cielo, un ahogado en Magia


Con los acordes del ‘’Requiem’’ de Gabriel Fauré, un escenario en pendiente, un trapo azul, un actor; dirigido por un director y una coreógrafa y con el apoyo constante de un músico, se ocupan de dar vida teatral a uno de los más bellos cuentos de Gabriel García Márquez: ‘’El ahogado más hermoso del mundo’’.

Ahora que se discute a medias y sesgadamente sobre las relaciones entre el cuerpo y la palabra dentro del nuevo teatro y su resultante dramatúrgica, estos encuentros no pueden dejar de ser eslabones de una cadena aún no vertebrada en torno al proceso del nuevo teatro en el Perú. Que la cadena sea opresiva o que proporcione un necesario anclaje con los imaginarios del Perú de 1986, dependerá de lo que venga y persista más adelante por estos caminos.

Alfonso Santistevan, el director, insiste en un teatro más poético que textual, más metafórico que metonímico, no teme zanjar las acciones para subrayar las síntesis y las esencias. Un poco al modo de su ‘’Medea’’ o recientemente ‘’El caballo del libertador’’. Algo de proteico se moviliza al usar un espacio en donde el peso de la escena revierte sobre la erótica del actor y su escritura espacial.

José Carlos Urteaga, el actor oscila entre dos arquetipos entrecruzados: el narrador oral y el actor que da vida, teatraliza la acción. Entre estas dos opciones resuelve su performance. Con acciones físicas y secuencias coreográficas enlaza ambas opciones. Si bien es cierto su dicción es bastante clara, creemos que pudo explorar aún mayores matices como los llegados a los niveles de precisión física en las acciones corporales.

Los apoyos tanto coreográfico como musical, debidos a Ivonne von Mollendorf y Manongo Mujica, respectivamente, cumplen un rol muy concreto: son el telón de fondo, la escenografía abstracta que engarza y complementa la acción teatral, componiendo en su conjunto una suerte de dramaturgia solvente, sugestiva y hermética por momentos, pero no por ello carente de interés y atracción. A no dudarlo, este encuentro entre músicos, coreógrafos, teatreros a lanzado su primera propuesta con resultados solventes. Queda pendiente pasar del unipersonal al elenco, del proyecto a la consolidación.

Igor Castillo

Suplemento Cultural de El Nuevo Diario Año 1 Nº 17
Domingo, 24 de agosto de 1986

0 comentarios: